martes, 26 de abril de 2016

PEDAGOGIA DE LA AFECTIVIDAD

PEDAGOGÍA AFECTIVIDAD


El propósito de educar con la esperanza hacia un futuro puesto laboral con ayuda de los padres quienes financian la lógica capitalista de esta educación la cual está dedicada a formar operarios (técnicos), ingenieros (tecnólogos),  y por ultimo administradores, economistas e ingenieros industriales (profesionales)
Satisfaciendo la demanda de las grandes empresas.

Como una nueva opción, surge una alternativa revolucionaria en la educación, que es privillejar la dimensión afectiva del ser humano más que su rol como objeto productor. Y luego ¿Qué pasa con los conocimientos? ¿Deben quedar a un lado? Esto no es posible, si algo caracteriza al ser humano, es la capacidad de comunicar a sus generaciones venideras sus conocimientos y descubrimientos, eso es un derecho humano. Sin embargo sobre el conocimiento incluso está la persona y su felicidad, y lo que le hace feliz es amar y sentirse amado. Es más feliz quien ama y se siente amado. Mientras que aquel que sabe más no siempre es más feliz.


El propósito de la educación sentimental se presenta como una educación humana, humanista, orientada no a formar futuros trabajadores, si no mejores seres humanos integrales. Propósito humanista para el cual descifrar, potenciar y desarrollar los sentimientos humanos individuales pasa a primera línea. Sin ellos y sus correspondientes competencias instrumentales y operacionales, por más conocimientos de matemáticas, ciencias o sociales que posean cada estudiante sería incapaz de discernir lo interesante, lo que afecta al carácter de cada individuo y como orienta su vida y quedaría en condición miserable  de autómata laboral.



 QUE ES ENSEÑAR EN LA PEDAGOGÍA DE LA AFECTIVIDAD



Las enseñanzas afectivas que competen al colegio son el amor a si mismo (Intrapersonal), como aprendiz, compañero y como persona intelectual; el amor a los otros y la ética de reciprocidad y del deber (Intrapersonal) como compañeros y profesores, y el amor al conocimiento (ciencias y lenguas)

De igual manera a los cimientos familiares, los aprendizajes afectivos que gestan la amistad adolescente finalizan la obligación del colegio y definen su éxito o fracaso formativo. Aquí la institución educativa puede favorecer condiciones donde florezca la amistad, la amistad íntima

EL DESARROLLO AFECTIVO DEL NIÑO
El desarrollo afectivo del niño puede entenderse como el camino a través del cual las personas establecen unos afectos y una forma de vivir y entender los mismos. Es un proceso continuo y complejo, con múltiples influencias. Este proceso va a determinar  el tipo de vínculos interpersonales que establezca la persona  y va a marcar el estilo de  relacionarse con los demás.
Desde que nacemos las personas mostramos un marcado interés y curiosidad por aquellos seres de nuestra especie que nos rodean. Los niños y niñas nacen con la necesidad de establecer vínculos afectivos, estos son fundamentales para la supervivencia.



El desarrollo afectivo es uno de los desarrollos más importantes de la persona, ya que está ligado al resto de las manifestaciones del ser humano, como las relaciones sociales, la personalidad, la sexualidad, etc. Es decir, las emociones están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida, por lo que es de gran importancia la formación de las relaciones afectivas durante los primeros años de vida. Teniendo en cuenta todo esto, podríamos definir el desarrollo afectivo-emocional como un conjunto de sentimientos, emociones y elementos sociales que configuran la relación del ser humano con su medio personal y social. La propiedad más importante del ser humano, es su capacidad de formar y mantener relaciones. Estas son absolutamente necesarias para que cualquiera de nosotros pueda sobrevivir, aprender, trabajar, amar y procrearse.

 Las relaciones humanas toman muchas formas, pero las más intensas, las que producen mayor placer y a veces mayor dolor, son aquellas que tienen que ver con la familia, amigos y personas amadas. Dentro de este círculo interno de relaciones íntimas, quedamos vinculados o adheridos unos a otros con un “adhesivo emocional”, vinculados o adheridos con amor. La habilidad individual para formar y mantener relaciones haciendo uso de este “adhesivo emocional” es diferente en cada uno de nosotros. Algunos parecen ser naturalmente capaces de amar y establecer relaciones íntimas, pero otros no tienen tanta suerte y carecen de la capacidad afectiva, por lo que les cuesta hacer amigos, además de establecer una relación distante con la familia.

 Tanto la capacidad como el deseo de formar relaciones emocionales están asociados a la organización y funcionamiento de partes específicas del cerebro humano, así como al equilibrio de los neurotransmisores (sustancias químicas que permiten la transmisión del impulso nervioso y sus conexiones). Así como el cerebro nos permite ver, oler, gustar, pensar y movernos, también es el órgano que nos permite amar o no amar. Estos sistemas cerebrales que nos permiten formar y mantener relaciones, se desarrollan durante la infancia. Las experiencias durante estos primeros y vulnerables años del desarrollo evolutivo de un individuo, influyen significativamente en el moldeado de la capacidad para formar relaciones íntimas y emocionalmente saludables.

 La empatía, el afecto, el deseo de compartir, el inhibirse de agredir, la capacidad de amar y ser amado y un sinnúmero de características de una persona asertiva, operativa y feliz, están asociadas a las capacidades medulares de apego formadas en la infancia y niñez temprana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario